CAN LIS_CLAUDIA KAPPL 11

Can Lis, una gran casa

Desde niña, las vacaciones de verano transcurren en Mallorca, disfrutando de los acantilados, sus calas de aguas cristalinas y los perfumados pinares que las rodean.

Precisamente, sobre uno de esos acantilados, se encuentra Can Lis. La primera vivienda unifamiliar que el famoso arquitecto JØrn Utzon diseñó en la isla.

Hace ya algunos años conocí a Jaime Vidal, el constructor que Utzon eligió para su obra. En un café de Santanyi tuve el placer de compartir algunas mañanas con él, en las que me contaba cómo ambos se sentaban en ese mismo café y Utzon le iba explicando Can Lis colocando terrones de azúcar, uno encima de otro.

Casualmente, este verano he tenido la fortuna de poder disfrutar de Can Lis con unos amigos y he confirmado que sigue siendo una de mis viviendas favoritas. No solo por ser un ejemplo magnífico de diseño arquitectónico. Es que, en un solo edificio, caben innumerables posibilidades de estar… Estar en el interior, en el exterior, en el medio interior o medio exterior, en el amanecer o atardecer, en la noche, en el viento y en el mar, en el horizonte, en la luna, en compañía, en soledad, protegido y expuesto, pero, sobre todo, en la belleza de un espacio diseñado minuciosamente con amor.

Cuando pienso en Can Lis, imagino a Utzon en el acantilado, sentado infinitas horas desgranando con detalle cada momento del día y cada elemento de la costa. Apropiándose de ellos para llenar los espacios de la vivienda. Ideando con cariño su uso y disfrute con la familia.

Esa imagen ha llenado mi mente como uno de los momentos más gratos de la actividad del arquitecto. El momento de concebir y planear la ejecución de una idea que va colonizando la mente y seguramente, algún que otro boceto dibujado.

Imaginar a Utzon, ideando Can Lis en el acantilado y detallando su construcción en el café. Fundiendo lugar y oficio. Diseñando con cariño muchas formas posibles de habitar el lugar. A menudo me inspira para dar lo mejor de mí en cada nuevo proyecto.

Gracias Claudia Kappl, por las bellísimas fotos de Can Lis.

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